Las obras que integran la muestra se centran en el registro de lo cotidiano a través del lente de lo social y del paisaje y son producto de la investigación sistemática que Rodríguez realiza en torno a la flora, el impacto del ser humano en el paisaje natural y al paisaje como una construcción social, cultural y política. La exhibición tiende puentes entre la botánica y el arte contemporáneo que merecen ser exploradas en el contexto ecológico y social de Puerto Rico post-María.

La artista explora los panoramas y la flora de su cotidianidad antes y después del huracán desde ópticas diversas e inusuales: como artista visual y del comic, como educadora y como trabajadora de la tierra. Muchos de estos trabajos, la mayoría en pequeño formato, fueron hechos con medios acuosos, como acuarelas tradicionales y pigmentos experimentales, estos últimos confeccionados por la artista con plantas provenientes de la finca en la que vive y trabaja. Como complemento al escogido de obras, la muestra incluye además un video documental y un muestrario de pigmentos, plantas y otros materiales que forman parte del proceso creativo de Rodríguez.